¡Ah, la queja! ¡Qué arte tan sencillo, pero alguien tiene que dominarlo, ¿verdad? Si seguimos la certeza de que ‘o que non chora non mama’ (el que no llora no mama), entonces ¡menos palabras y más quejas! La queja, una habilidad que pocos admiten pero que todos practican en secreto. Expresando nuestras frustraciones encontramos un atajo para satisfacer nuestras necesidades. No es que sea algo negativo del todo, ¿verdad? La queja puede ser esa válvula de escape, el grito sutil de ‘¡hey, algo no va bien!’ que nos impulsa a buscar soluciones.
En el fondo, la queja puede ser como un pequeño recordatorio de que merecemos algo mejor o de que hay situaciones que podríamos mejorar. Es como si, en lugar de conformarnos, la queja nos animara a buscar más, a aspirar a un nivel superior de bienestar y satisfacción. Una queja bien expresada puede ser el primer paso para lograr cambios positivos, para encontrar el equilibrio entre la expresión saludable de nuestras incomodidades y la acción proactiva para mejorar lo que nos molesta.
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• Material ligero y fino • 100% algodón orgánico • Aspecto monocromático • Compartimento principal abierto con fondo ancho • Peso del tejido: 170 g/m² (5,01 oz/yd²) • Dimensiones del producto: 36 cm × 40 cm × 7 cm (14" × 15 ¾" × 2 ¾") • Componentes del producto base procedentes de India